LA OCURIDAD NO ES EL LIMITE


 


- Estaba escribiendo un capitulo más a mis historias y ocurrió algo que me hizo pensar que, si existe esa manera de mirar, de conectar.

Hace un tiempo la vida me regalo la sensación de estar sola y rodeada de gente.

Pero una casualidad extraña de algo insignificante hizo que conociera esa mirada que se pierde de vez en cuando en la oscuridad de esas cuatro paredes.

Y desde entonces quiero tenerte cerca siempre que pueda, quiero notar como se estremece cada parte de tu cuerpo cuando mis manos rozan tu piel.

Me apetece que elijas que peli ver mientras dibujas una sonrisa en la cara por que sabes que da igual que peli, por que nunca la terminaremos de ver, y mientras te decides empiezo a rozar con mis labios tu cuello hasta que llego a tu oído y te digo susurrándote que te decidas ya.

Sin besarte aun, y sin que haga falta, y deseando que me lo pidas, dejas tirado el mando y nos tumbamos en ese sofá tan grande que de repente se vuelve tan pequeño, tu abajo yo arriba, me entiendes?

Tus manos agarrando mi camiseta con fuerza, sigo besándote sin poder parar de mirarte con esos ojos de deseo, tus palmas de las manos se hunden en los cojines del sofá, mientras yo agarro tu cuello para que no te vayas mas lejos y juntes tu cuerpo.

Mi lengua seguía dibujando tu cuerpo y tus cosquillas hacían que tus gemidos se volvieran sonrisas inquietas llenas de placer, y aun con la ropa puesta.

Cuando se junta tu respiración con la mía, cuando esos movimientos hacen que acelere un poco más el corazón, cuando notas que tu piel tiene respuesta y que tu cabeza desconecta para conectar con esa sensación indescriptible y que no puedes para hasta que el sofá no es el lugar donde quieres continuar.

Camino a ese lugar, tus pasos siguen los míos, esa risa tonta de saber que nos vamos a dar con cualquier cosa que se meta en nuestro camino, pero sin poder dejar de mirarnos, de besarnos, de soltarnos.

La cama ahí, esperando a que llegues, a que la llenes de ese vacío que tiene todas las noches aunque solo sea por unas horas.

Podría describir perfectamente tu cuerpo, tus lunares, que zona tienes más sensible y cual es la intocable.

Después de que las luces se vuelvan a encender y refresquemos esa sudor que nos a corrido por el cuerpo, verte así, con esas sonrisa y sin un por que, es lo más bonito que hay cuando vuelves a ver la luz.

Abrazos y con contacto así decimos dormir las pocas horas que nos quedan aunque sepamos que se nos va a dormir ese brazo que rodea tu cuerpo.

Cuando despierto al día siguiente y analizo como puede pasar algo tan ... mágico en tan solo unas horas me doy cuenta que las personas estamos destinadas a unir nuestra vida a alguien, a un cuerpo, a una alma, a un corazón aunque ese no sea el que dejas en la cama.

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